El sitio del almonteño

Se escuchan barbaridades sobre los almonteños cuando se toca el tema de la procesión de la Virgen.

Sabiendo que la Virgen del Rocío es nuestra Patrona, que a la Patrona la deben llevar solo las gentes de su pueblo, y todo lo que ya sabemos tan bien en la teoría, hoy quiero romper una lanza a partes iguales hacia los forasteros y hacia el pueblo almonteño.

Para conseguir que la procesión de la Virgen luzca como todos deseamos, tenemos que empezar por respetarnos nosotros mismos y entre nosotros, sabiendo que cuando vamos a la procesión, somos invitados a disfrutar de ella, pero es su pueblo el protagonista. No sirve de nada que estemos reclamando nuestro sitio como si fuéramos almonteños cuando son ellos los únicos dueños.

Nuestra misión no es estar bajo los bancos de la Virgen, nuestra misión es respetar a quienes realmente tienen derecho a estar bajo esos bancos y ser los que acerquen a la Virgen para que todos puedan rezarle.

Hay muchas personas de fuera que saben dónde está su sitio y dónde está el sitio de Almonte, y a esas personas son a las que yo quiero dedicar este artículo. Se lo quiero dedicar para darles las gracias por ser tan respetuosos con las tradiciones de la procesión de la Virgen, por saber estar, saber esperar y saber emocionarse con las emociones de su pueblo.

También se lo quiero dedicar a personas del pueblo de Almonte que saben estar a la altura, dirigirse a los demás con respeto, y explicar con humildad pero con firmeza que la procesión de la Virgen del Rocío es de ellos, que es Almonte quien la lleva, que así ha sido por generaciones y así tiene que seguir siendo.

Otra dedicatoria es para los mayores de los que aprendí a querer a la Virgen, y otra más para los jóvenes que saben aprender ahora de sus mayores, por los que anteponen a la Virgen a ellos mismos aunque eso les prive de llevarlas en momentos que hubieran querido.

Que Ella guíe siempre a su pueblo y a sus devotos como ha hecho siempre.

Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es