La Palabra era la luz de los hombres

Artículo del Sacerdote don José Ruiz, para Periódico rociero, que hoy pueden ayudarnos en la reflexión de las lecturas de la misa dominical.

Glorias y bendiciones son las que recibimos en cada eucaristía que celebramos. Hoy, que vuelve a invitarnos el Señor a sentarnos a su mesa, el segundo día de un año nuevo, esa gloria y esa bendición nos viene, además, con las lecturas que se van a proclamar.

Centrándome, especialmente, en el Evangelio, veo cómo San Juan inicia con el capítulo uno todo un camino de luz a través de la Palabra.

Las oscuridades del mundo no son más fuertes que la luz del Señor, porque es con su luz con la que todo se vence.

Invito a los lectores de este Periódico rociero a hacerse tres sencillas preguntas, que pueden contestar a lo largo de toda la semana:

Primera: ¿Cuáles son las oscuridades actuales de mi vida, de mi realidad?
Segunda: ¿He contribuido yo a acentuar esas oscuridades?
Tercera: ¿Qué puedo hacer y qué estoy dispuesto a hacer para abrirle las puertas de mi corazón a la luz de Dios?

Son tres preguntas sencillas, pero os aseguro que serán más que suficientes si, cada día, orando con el Evangelio, estamos dispuestos a responderlas. Porque para actuar de un modo distinto, primero hay que responder con sinceridad a lo que nos atañe personalmente para, de la mano del Señor, ponernos en marcha con la antorcha de su luz.

Os deseo un feliz año nuevo a todos. Que el Señor os bendiga.