El Rosario de Hermandades con tu Hermandad



Los cultos de Romería son alimento del alma de los rocieros. Están organizados para que, junto a la Virgen, podamos experimentar momentos inolvidables y, sobre todo, sintamos que el corazón se va preparando previamente para el gran acontecimiento de Pentecostés que celebramos con la procesión de la Virgen del Rocío por las calles de la Aldea.

Uno de esos momentos de mayor convocatoria es el rezo del Rosario, cuando detrás de cada Simpecado, el rociero tiene la oportunidad de acompañar a la Madre rezando esa oración tan significativa para los cristianos.

Sin embargo hay quienes, en lugar de hacerlo así, organizan sus “propios actos”, como si existiera un culto paralelo a los organizados para todos. Así podemos comprobar que muchas personas rezan en sus casas el Rosario durante la romería y no lo hacen junto a sus respectivas Hermandades.

Es como si se erigieran a sí mismos un grupo aparte de la gran marea humana que se nutre a la vez de la misma fuente.

No dudo en ningún momento que se haga con intenciones separatistas, pero lo que tengo claro es que es la actitud más cómoda que se puede escoger. Distinto sería que algún familiar o miembro de la reunión con la que se va esté enfermo o necesite cuidados especiales y, en ese caso, esta persona requiera de la ayuda de otra, pero cualquier otra justificación carece de sentido si al Rocío vamos para vivirlo en Hermandad, en comunidad, fraternalmente.

No voy a cambiar el modo de pensar de nadie. Cada uno es libre completamente para tomar sus propias decisiones y para actuar en conciencia. Pero todo lo que los rocieros contribuyamos por reafirmar la autenticidad de la vivencia del Rocío es poco si tenemos en cuenta que, además, en nuestros días, la persecución que sufrimos los católicos es constante, se mira con microscopio el más mínimo detalle que pueda crear confusión y duda y, si de algo estamos convencidos es de que detrás de un cante y un baile por sevillanas hay una profunda devoción que tenemos que manifestar allí donde estemos.

Ojalá, en el próximo Rocío, seamos tantos en el Rosario de nuestras Hermandades y con nuestras Hermandades que no haya ni una sola casa en ese momento que desvíe la atención de nada ni de nadie y que la única noticia que se pueda trasladar a todos los medios sea: “Todo el Rocío, sin excepción, reza unido el Rosario a la Santísima Virgen”.

Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es