¡Basta ya!



El editorial que hoy comparto, es uno de esos que nunca desearían escribirse. Es también de hace once años, los once años que, como saben nuestros lectores de periodicorociero.es – Periódico Digital Rociero, se han cumplido en éste 2020 y que seguimos celebrando.

Nació por un hecho ocurrido en Rociana del Condado, moría una mujer por culpa de la violencia de género. Ese fue el motivo por el que escribía éste editorial que hoy recordamos en homenaje a todas las personas que han fallecido en las mismas, parecidas y desgraciadas situaciones.




Cada día escuchamos en algún medio de comunicación que una mujer ha muerto a manos de su pareja y nos quedamos perplejos ante ésta cruel realidad que amenaza a tantas personas.

Se escucha con frecuencia que antes, en otros tiempos que a muchos nos quedan más lejanos, también se producían estos crímenes, pero no había tantos medios que lo divulgaran, aunque también añaden que nunca como ahora, pues casi a diario, en algún lugar de España, alguien le quita la vida a una persona, atribuyéndose para sí lo que sólo Dios decide.

Hace muy poco la ermita del Rocío recibía el cortejo fúnebre de una de tantas personas a la que, de forma tan injusta, su marido había asesinado.



Tenía tan sólo 35 años y deja solas a sus dos niñas, ambas menores de edad, que ahora tendrán que enfrentarse a algo tan duro arropadas por el cariño de sus abuelos, tíos y otros miembros de su familia… pero se han quedado sin su madre.

La víctima murió en Rociana del Condado. Era natural de Almonte y fue en el Santuario de la Madre de los almonteños donde se celebraron las exequias por su eterno descanso.

No dudo que muchos almonteños, cuando mueren, son llevados ante la Virgen del Rocío, pero no consigo, por el escalofrío que me produce, imaginarme a la Reina de las Marismas recibiendo así el féretro de una de sus hijas. Ella, que tanto nos enseñó cuando mataron a Jesús, pasa un día y otro por ese calvario, porque desgraciadamente hay muchos maltratadores ensañándose a su antojo, gente sin sentimientos que disfruta haciendo daño y termina sesgando lo más hermoso que Dios nos ha dado: la vida.



No sé si algún día nos levantaremos con un noticiero lleno de buenas noticias. Pero una que podría acaparar las portadas con grandes titulares sería el fin de la violencia en sus más variadas formas.

Hoy, una vez más, nos vuelve a sacudir el mismo grito en el corazón:

¡Basta ya!

Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es