Rociero y libre

Según las epístolas de san Pablo, “el cristiano es libre señor de todas las cosas y no está sujeto a nadie. El cristiano es servidor de todas las cosas y está supeditado a todo”.

Dios nos creó libres y nos dio la capacidad de usar esa libertad para ponerla al servicio de los demás, ya que la vida nos ofrece la oportunidad única de hacer algo que valga la pena, dejar huella por donde quiera que vayamos pasando. No somos otra cosa que lo que hacemos y lo que quedará de nosotros cuando no estemos serán nuestras obras. Esto se hace más patente, aún si cabe, en los que nos llamamos rocieros. Un rociero, imagen sin par del cristianismo en el mundo, debe actuar desde su libertad para responsablemente darse al prójimo, Las hermandades rocieras deben ser un ejemplo claro de cristianos que luchan por un mundo mucho más libre en el que las diferencias sociales sean cada vez más pequeñas y nuestra sociedad se parezca a ese Reino de Dios que nos anunciaba el Salvado, Jesucristo nuestro Señor.

Los rocieros debemos mirar hacia María, que desde su libertad dijo sí a ese mandato del Padre para ser la Madre de su Hijo, y que a pesar de todas sus dudas y miedos fue capaz de dejar a un lado sus temores y ponerse a su servicio y de entregar a la humanidad al fruto bendito de su vientre que más tarde, también desde su libertad, daría la vida por nosotros.

Libertad para actuar con responsabilidad. Usar nuestro mundo rociero para pregonar a los cuatro vientos que Jesús nos quiere tal y como somos, libres, y que de igual manera debemos nosotros respetar y aceptar al prójimo con sus cualidades y defectos, más aún hoy que vivimos una crisis de valores tan grande que perdemos nuestra libertad volviéndonos esclavos de cosas que sólo nos van matando por dentro poco a poco. Por tanto, como una vez leí a un gran autor, los rocieros, cristianos y libres como nos quiere el Señor, no podemos olvidar cuál es la auténtica verdad, la única, la que puede dar sentido a nuestra existencia y la que da vida eterna, Que no nos pase como a Pilatos, que delante de Ella aún la buscaba.

Que nuestra santísima Madre del Rocío nos ayude y nos dé las fuerzas necesarias para vivir nuestra vida libre y responsablemente.

Mª del Rocío Trigueros Pina