Yo os digo, amad a vuestros enemigos

Como cada domingo, hoy, 28 de febrero, os invitamos a leer este texto que nos ayude a reflexionar sobre las lecturas de la misa de hoy.
El que hoy os proponemos es de una homilía de San Cesáreo de Arlés, Monje y Obispo.


Uno de vosotros dirá: "No puedo amar a mis enemigos". En las Escrituras Santas, Dios te dijo que podías hacerlo; ¿y tú, respondes al contrario que no puedes? Reflexiona ahora: ¿a quién debemos creer, a Dios o a ti? Ya que el que es la misma Verdad no puede mentir, que la debilidad humana abandone en lo sucesivo sus excusas fútiles.

El que es justo no pudo pedir algo imposible, y el que es misericordioso no condenará a un hombre por lo que no pudo evitar. ¿Por qué pues nuestras evasivas? Nadie sabe mejor lo que podemos hacer que el que nos dio el poder.

¿Tantas hombres, mujeres, niños, jovencitas tan delicadas soportaron por Cristo las llamas, el fuego, la espada y las fieras de modo imperturbable, y nosotros decimos que no podemos sostener los insultos de la gente estúpida?... En efecto, ¿si tan sólo los buenos deben ser amados, qué diremos sobre la conducta de nuestro Dios cuando está escrito: " Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único "? (Jn 3,16) Porque ¿qué había hecho el mundo para que Dios lo amara de esta manera?

Cristo nuestro Señor encontró a todos los hombres no sólo malos, sino también muertos a causa del pecado.